viernes, 29 de abril de 2011

Ira y agresividad.

Lo he dicho varias veces, quienes padecemos el trastorno límite, limítrofe o borderline, tenemos serios problemas en cuanto a la regulación de nuestras emociones y estados de ánimo. Hay casos de personas que viven con la emoción a flor de piel y hasta el paso de una mosca le puede afectar, yo ya pase por ahí, y ahora, de los males el menor, solo pierdo los papeles en situaciones que para mi son criticas, es decir, las cosas que antes no soportabas, ahora ya no las soportas en absoluto.
En mi caso, lo tengo chungo, porque las cosas que me fastidian son todas cotidianas, como el llanto de un niño en el metro, la gente que habla muy fuerte al lado tuyo, los que pasan por encima de ti, etc, poco a poco he logrado moldearme más al mundo real, porque después de mucho, ahora tengo un poco mas asumido que el mundo no esta hecho a mi medida.
Igualmente, sé que cuando estoy a punto de entrar en esos estados, debo controlarme y usar maniobras de distracción, porque si llego a un punto de no-retorno, pasa justamente eso, que no hay retorno... y me desbordo.
Nunca había sido una persona violenta, pero ahora cuando me enfrento a estas situaciones, he llegado a extremos como coger un cuchillo y girarme hacia quien me provoca esa ira, o que me tengan que detener cual prostituta cabreada porque me le voy encima a alguien.
Esta situación hace que muchas veces permita que pasen por encima de mí, precisamente para no entrar en conflictos, pero entonces empieza después la trastada de sentirte un muñequito de trapo, y entonces ya no sabes qué sentir.
De todos los estados de ánimo, la ira y la depresión son los que considero más peligrosos porque es en los que llego a situaciones extremas, afortunadamente me han entrenado para no llegar a ello, pero cada vez es como si me costara más trabajo, y la semana pasada me han tenido que subir la medicación por lo mismo, pero sigo intentándolo, no quiero perder lo poco que me queda de control.
Por cierto, estoy también hasta las narices de que la gente que no sabe ni de lo que habla me diga que no debo depender de la medicación, y que todo es una cuestión de actitud, y que si me lo propongo seguramente no necesitaría medicarme, porque todo es sugestión...ya, claro... y me enchufo 12 pastillas al día porque son delicionas, no??, es que claro, es taaaan divertido perder el control y vivir al límite.  La semana pasada ya tuve la discusión con un familiar, sobre que lo que me  hace falta es estar feliz para curarme, y que lo que me pasa es llo mismo que a todo el mundo, y que si esto fuera realmente una enfermedad él estaría peor que yo por que tiene más mala leche... me hizo sentir taaan mal, porque sobretodo cada vez me doy más cuenta de que no se me comprende y me consideran una niña mimada... en fin, a lenguas necias, oídos sordos... ahora me falta realmente pasar de los temas y no sólo fingirlo, a ver si al menos así me siento un poco mejor.

miércoles, 20 de abril de 2011

Detrás de un intento de suicidio.

Estoy harta de escuchar a la gente llamar "cobardes" a quienes se han suicidado o lo han intentado, el argumento es que lo fuiste al no querer enfrentar tus problemas, no saben como es la realidad.
Desde luego, no todos los casos son iguales, están los que quieren llamar la atención, o quienes hacen burradas solo por seguir modas y perten ecer a tribus urbanas, también quienes tienen un desengaño amoroso, y los más problemáticos, quienes sufren de depresión.
Estar depremo triste por que te deja tu novio/a, porque no tienes pasta, porque has sacado una mala nota o te han reñido, es NORMAL, estar triste no es estar deprimido!!!, en los casos que mencioné hay una acción-reacción, y muchas veces son causas revocables.
Yo ni en mi peor desengaño amoroso o la peor pelea con mis padres intente nunca matarme, me enfadaba  me frustraba, sí, pero no a ese extremo.
Yo lo intenté, y lo hice de forma que (según yo) no podía fallar, ¿qué me llevó a esto?, que estaba deprimida. Como ya había escrito antes, quienes padecemos TLP tenemos dificultades serias para regular y moderar nuestras emociones, así que si digo que estaba deprimida, es que estaba muuuuy deprimida.
Recuerdo esa sensación, me pesaba todo, me dolía todo, cada paso, cada respiración, cada parpadeo me representaban un máximo esfuerzo, y me dolían, sentía al moverme como si mis huesos estuvieran hechos astillas y se me clavaran, el choque de las plantas de mis pies contra el suelo para andar era intolerable, y la respiración... era como cuando respiras aire muy frío, dolía, escocía, me representaba un esfuerzo impresionante, existir era un esfuerzo y un problema, y en la rotación de sentirme así, fue que, de forma espontánea y sin pensarlo ni premeditarlo, intenté morir.
La decisión la tomé sobre la marcha, una noche que me sentía realmente mal, y comencé a tomar las pastillas con alcohol, no dejé nada preparado, ninguna carta ni notas, no dejé la puerta abierta para que pudieran entrar, no le dejé comida al gato, quería irme... y punto.  El caso es que me rescataron y me llevaron al hospital.
Ahora viene lo peor... cuando fallas y tienes que afrontar las consecuencias de tus actos.  Al llegar al hospital, me metieron rápido en un box, los médicos y las enfermeras me miraban mal, y lo entiendo, ellos trabajan para que la gente viva, y yo había intentado hacer lo contrario.  Me desvistieron y me pusieron una de esas batas casi transparentes, me pusieron suero en cada brazo y lo peor de todo, me pusieron una sonda nasogástrica, es un tubo delgado de plástico semirígido que se introduce en una fosa nasal, con el fin de bajar hasta el esófago y ayudar a vaciar el estómago, es horrible, notas como te molesta en la naríz, y sentir cómo va bajando es un suplicio, te dan agua en una jeringa para que tengas que tragar y se abra la garganta, pero es horroroso.  Una vez puesta la sonda, empezaron a lavarme el estómago, te ponen agua por la sonda y la dejan salir, y una vez lavado, te ponen una sustancia que se llama "carbón activado", que es negra y espesa, con sabor metálico, y te cierran la sonda para tenerla a mano cada vez que tengan que ponerte el carbón. Todo esto pasó en cuestión de pocos minutos, después perdí la conciencia.
Cuando desperté, ya estaba en el área general de urgencias, no me dejaban levantarme a nada, incluso para ir al lavabo tenían  que llevarme en la camilla y ponerme una cuña.
Estuve toda la noche en el área general, y una vez estabilizada la situación médica, como a las 5 de la tarde me llevaron a valoración por el psiquiatra de guardia.  Mi ex, que me acompañaba, estaba derrumbado, pidió que me ingresaran por que no podía más conmigo, ya no vivíamos juntos, y explicaba como cada vez que venía a casa tenía cortes recientes, y cada vez una mayor cantidad de botellas de vino vacías, determinaron que mi estado era muy grave, sobretodo por que cuando me dijeron que qué pensaba de lo que había hecho, dije que de entrada no lo haría por no volver a pasar por lo mismo, pero sólo por eso.  Me determinaron como paciente problemática y aguda, y me ingresaron en la planta de psiquiatría, donde yo era la más cuerda.
Convivir todo el día con compañeros de habitación, con el pijama del hospital, comiendo de bandejas, teniendo que estar en salas comunes, paseando por los pasillos con gente que igual te pega un chillido cuando pasas, fué muy duro, afortunadamente se arregló mi traslado a una clínica privada.
Me trasladaron en ambulancia después de una semana aprox, nada más llegar me asignaron una habitación de vigilancia, había una cámara con sensor de movimiento que me seguía por la habitación, y me mantenían cerrada la puerta del baño, tenía que pedirles a las enfermeras que me la abrieran cuando quería usarlo.  Nada más llegar, las enfermeras me desvistieron y buscaron en la ropa objetos punzocortantes o pastillas o cualquier otra cosa peligrosa, tuve que abrir la maleta y me quitaron todo lo que no podía quedarme, lociones con alcohol, maquillaje con espejo (la maleta me la preparó mi ex, yo estaba ingresada), cepillos que pudieran romperse, cordones, ropa elástica (no vieron que el pantalón de un pijama era tipo leggins, fué con él con que más tarde intenté ahorcarme en la habitación), y me llevaron a conocer a quienes serían mis compañeros de ingreso por 2 meses.  Estuve incomunicada 2 semanas, hasta que poco a poco fui adquiriendo derechos.
Esto es lo que pasa detrás de la "cobardía" de querer morir, no tienen ni idea de lo que tienes que tener para ver las pastillas en tu mano y llevarlas a la boca y tragarlas, sabiendo que no hay vuelta atrás aunque intentaras arrepentirte, o de cortarte sabiendo que te desangrarás, o de echarte un nudo al cuello sabiendo que antes de morir te retorcerás de dolor porque no sabes hacer un buen nudo, o de meterte una pistola en la boca sabiendo que al 1...2...3, te despedirás de todo y todos, se tiene que tener un parm la única cobardía que veo yo en estos casos, por experiencia propia, es el de no hablar con nadie y contar lo que nos pasa o cómo nos sentimos por miedo al rechazo o al qué-dirán.

domingo, 10 de abril de 2011

Craving.

Dentro del mundo de las adicciones y abusos de sustancias, está la rehabilitación, a veces es sencilla, cuando el patrón no es de dependencia, si no de abuso, pero a veces es jodidamente difícil, sobretodo si estás intentando llevarla tu solo y por libre.
En mi caso, ya había comentado que pasé 3 meses en desintoxicación de alcohol y de pastillas para dormir y tranquilizantes (benzodiacepinas como el diazepam), y al principio me resultó increiblemente difícil, por qué? sencillamente por que no creía que lo mío fuera algo que mereciera la pena ni siquiera mencionar, me repetía que no era una borracha, ni una alcohólica, y menos una drogadicta!!, así que los ejemplos y terapias que nos daban los psicólogos era poco menos que excesiva para mí.
Poco a poco comencé a darme cuenta de que esto no me cuadraba, yo bebía con moderación cuando estaba acompañada, un par de copas con una buena cena, etc, pero el problema era cuando estaba sola, entonces me entraba todo el pánico y la ansiedad de sentirme precisamente sola, pensando que nadie podía quererme estando así, y que tarde o temprano me quedaría sola porque nadie iba a querer estar con una "loca", y a esto, agregué el pánico a no dormir, me tomaba una pastilla, luego otra, después otras 2, o 3, recuerdo noches de tomarme 8 valiums sin conseguir dormir, así que para que el efecto fuera mayor, empecé a tomarlos con alcohol, y entonces la cosa se torcía, porque, aunque me daba más sueño, tomaba medicamentos con efectos alucinógenos, que con el alcohol se potenciaban y terminaba pegada a algún rincón, cortándome o golpeándome contra la pared para intentar despertar de un sueño inexistente.
Poco a poco fuí aceptando mi patrón de abuso, cada vez más frecuentemente me sentía reflejada en los ejemplos, o los personajes de la cineterapia, y recuerdo claramente dos momentos de inflexión, el primero, fue que en una película ví cómo una chica normalita se convertía en una exasperante bomba de energía, bailando y saltando en la cama, y me sentí altamente reflejada en los momentos de euforia de la borrachera, y el segundo, fue cuando viendo otra película, uno de los protagonistas cogió una copa de vino... y sentí asco de recordar el sabor de lo que había bebido cuando intenté matarme.
Terminé la terapia, cumplí los 6 meses de abstinencia y hasta ahora llevaba un patrón sin abuso, sobretodo, me cuidaba de las etapas de malestar, que fue evitándolas como empecé a beber sin control.  En la terapia te hablan del CRAVING, es el deseo muy fuerte, casi casi inevitable, de consumir una sustancia, ya sea de la que nos estamos desintoxicando, o de otra, que sustituye a la primera.  Esto último es muy común, dejamos una sustancia y cogemos otra, muchos de mis compañeros dejaron el alcohol pero fumaban muchísimo, o tenían historiales de ir pasando de una sustancia a otra.
Pues bien, ayer entré en pánico, aclaro, no fué un ataque de pánico, simplemente me quedé paralizada de miedo, estaba sola en casa, y sentía que no tenía nada que hacer, empecé a darme cuenta de que nadie me llamaba para salir o hacer algo, cuando normalmente, cuando está mi pareja no nos dejan ni a sol ni a sombra, y luego leí un mensaje de él, contándome lo fantástico que se lo está pasando en el viaje... y ahí me desbordé.  Entré en pánico... estaba sola!!, mis amigos pasaban de mí!! no será que quedan para estar con mi novio y no conmigo?? porque es muy raro que solo me hablen cuando está él, y después comencé a pensar que mi chico, si se lo estaba pasando tan bien lejos y sin mi, probablemente no volviera a mi lado, o que al volver me dejaría, total... entré en un miedo totalmente irracional a quedarme sola, comencé a encontrarme realmente mal, y no había habilidad que me sacara de ahí, no hiperventilé ni tuve crisis de ansiedad afortunadamente, no quería cortarme, pero cometí otro error.  Bajé a la tienda de enfrente y me compré una botella de vino blanco.
Inicialmente me iba a poner a prueba e intentar beber solo una copa... seguía mal, y me bebí otra,  otra, y me terminé la botella, lo peor de todo, es que no me sentía como antes, no sentía que se me hubiera subido, pero igualmente, me di cuenta de lo cerca que estaba de tropezar con la misma piedra.
Ayer bebí... sí... y no pienso decirlo en mi próxima visita por que no quiero volver a ingresar, sé que está mal, pero no quiero volver a lo mismo, tampoco se lo diré a mi chico, porque es capaz de no volver a irse a ningún lado, o de realmente enfadarse, pero tampoco estoy dispuesta a volver al inicio de el que tanto trabajo me ha costado avanzar.
Esta vez no lo diré, pero tengo ampliamente asumido que si se vuelve a repetir, lo haré, no voy a jugarme nada en un juego donde llevo todas las de perder.

viernes, 8 de abril de 2011

Sola en casa.

Hoy estoy sola en casa, y lo estaré los próximos 3 días.  Mi chico se ha ido de viaje, y será la primera vez que tenga que pasar tiempo prolongado sola en bastante tiempo, vamos, que desde la última vez han pasado sucesos que me hacen que esta noche, tenga miedo.
La culpa es mía probablemente, quizá tendría que haberle dicho que no todo está tan bien como él cree, que sigo teniendo crisis de ansiedad, pero que afortunadamente pasan cuando él está trabajando o dormido, y si está en casa, me meto en el baño.  No me he autolesionado más, pero eso no hace que cuando me desespero por no poder controlarme, no me venga a la cabeza hacerlo, si últimamente me he controlado es por que su madre nos regaló un juego de cuchillos de esos que te parten hasta la suela de un zapato y, mira por donde, no me ha apetecido volver al vall d'hebrón para suturas.
Durante lo que va de día, he tenido dos connatos de crisis, pero los he podido controlar con las habilidades que he aprendido en las terapias, pero hace rato que fuí a la tienda de enfrente de casa a comprar unas galletas de frutos rojos con chocolate blanco para darme el gustillo de comérmelas sin que me "regañen" por golosa, también sentí ganas de hacer otra "travesura con el gato fuera", y eso ocurrió cuando tuve que pasar por delante del pasillo de los vinos... no diré que no he bebido nada desde que salí de la clínica, cumplí los 6 meses de abstinencia, y ahora puedo controlarlo y beber sólo una copa muy de vez en cuando si la cena lo vale, pero hoy he tenido frente a las botellas, el impulso de hacer el tonto y beber para hacer aún más el tonto... pero he cogido las galletas, las pagué y volví a casa.
De momento, lo voy llevando bien, pero sé que soy una noria que va dando vueltas y no sé si el aleteo de una mosca me vaya a alterar. Ayer me puse cabreadísima porque los chicos de los asientos de atrás en el cine no paraban de hablar y pateaban el respaldo de mi asiento cuando cambiaban la postura de las piernas, pero no me gusta predisponerme.  Intentaré mantenerme ocupada, hacer cosas entretenidas, tengo un par de cosas para pintar, y no sé, quizá pase por la pelu, algo para no tener la cabeza donde no debo, lo último que quiero es volver a pasar por lo mismo, y en mis momentos de valentía me digo que no me pasará por que soy fuerte, pero cuando pasa, mi autoestima se va al demonio.

domingo, 3 de abril de 2011

Futuro incierto.

Mañana tengo que pasar por el tribunal médico, cumplo 11 meses de baja y nadie puede estar más de un año si el tribunal no lo aprueba.
Estoy aterrada, podría ser que me dieran el alta, que aunque es lo que quiero, no creo, o que me digan que me amplían la baja, cosa que no me hace ilusión, pero lo peor de todo, es que me vayan a dar algún grado de incapacidad.
Estoy hasta las narices de esta enfermedad, sólo quiero ser como todo el mundo, y tener lo que me puede ofrecer un mundo sin límites, quiero seguir trabajando, me niego a tirar a la basura todos mis años de estudio, quiero mejorar, curarme, tener una pareja, una familia, un trabajo estable, y estoy hasta el gorro de que la gente me intente convencer de que me quede de baja hasta estar al 100%, pero la pregunta es... quién está al 100%??, soy consciente de que cada vez que tengo una recaida es peor y debería de ir con cautela, pero tengo una urgencia apremiante por volver a mi vida normal. Además, quién dice que si me esfuerzo lo suficiente no puedo lograr quitarme esto de encima aunque tenga que seguir tomando medicación?.
No quiero que me digan que no puedo, no quiero que un dictamen me marque límites, si eso, ya me los marcaré yo, pero nadie más. Quiero seguir adelante como si los últimos años no hubieran pasado, sé que es imposible, pero me gustaría despertar y estar en otro tiempo, no tener que tomar medicaciones que me dejan medio tonta, para dormir, para despertar, para los temblores, para los impulsos, para la agresividad, para la depresión, para la hiperactividad...
Tengo 33 años, he sobrevivido a una cirugía muy riesgosa, 2 semanas en la UCI conectada a aparatos para respirar, he sobrevivido a una parada cardiaca, a dos quimioterapias... y me va a detener una enfermedad que solo existe en mi cabeza?
Ahora mismo estoy muy enfadada por que me siento impotente, mañana Dios dirá...
* Al final me han alargado la baja, no logré convencer a nadie de que trabajando me encontraría mejor... se ve que me toca esperar hasta que las cosas se normalicen un poco más.