miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuando un amigo se va...

Hace días me enteré de que mi mejor amiga durante mis últimos años de estudio falleció. Fue hace un mes, y no me había enterado porque se fue a vivir a otra ciudad y su familia lo manejó todo con mucha discreción.
Ella, con 34 años, decidió quitarse la vida después de cerca de 10 años de depresiones.  Según me han comentado,  lo hizo de forma que no diera lugar a un error, y se aseguró de irse.  Dejó en este mundo a una hija adolescente que, lejos de acongojarse por la pérdida, hoy respira tranquila porque su madre no seguirá sufriendo.  Y no lo entiendo… cómo alguien puede alegrarse de algo así? No es un animalito al que se le sacrifica para que deje de sufrir, si no su propia madre, me hace plantearme muchas cosas, pero sobretodo el pensar ¿tan mal estaba para que la prefieran muerta a deprimida.
Desde que lo supe, lo he pasado realmente mal, independientemente de sentir su pérdida, me invade un enorme sentimiento de culpa, porque yo lo intenté y no me fui!!, Lo hice 3 veces, y aunque las fuertes fueron las dos últimas, yo también lo hice de forma que fuera infalible, no quería fallar, y fallé… en el hospital nos dijeron que si no me había ido era porque aún no era mi hora. Yo no tenía en aquel momento nada por que luchar ni porqué vivir, y ella,, por deprimida que estuviera, tenía a su hija, que era su único motor, no tenía padre, su madre es una arpía y su marido un desgraciado. 
Sin embargo, hay otra culpa que me quema por dentro… desde su muerte, los que fuimos sus amigos nos hemos movilizado mucho, le hemos llorado, su madre y su marido lo están pasando muy muy mal, sus amigos le echamos de menos, y su muerte ha causado más sufrimiento del que cualquiera hubiera podido esperar, y no dejo de pensar en los daños que hubiera ocasionado yo de haberlo logrado, y eso también me genera mucha culpa.
Me gustaría explayarme más acerca de lo que hay detrás de un intento de suicidio, creo que me vendría bien repasar lo que hay antes, durante y después de esas situaciones que nos queman.
De momento, seguiré llorando por ella, y echándola de menos, quisiera haber podido estar ahí para ayudarla, escucharla, pero no me hizo partícipe de su infelicidad, siento que le fallé, pero espero que en donde quiera que esté no se arrepienta de lo que hizo, y que por fin pueda descansar en paz, muy en paz.

jueves, 24 de marzo de 2011

Tristeza vs. Depresion.

Por mucho tiempo, se han confundido conceptos similares, para comenzar pondré un ejemplo básico: no es lo mismo que después de muchas horas en el ordenador te duela la cabeza, que tener un dolor de cabeza, que padecer de migrañas que van y vienen toda tu vida.
En el blog de Inner (http://blog.innerpendejo.net/), se publicó un post hace un par de días que llevó a la discusión de los diferentes estados de ánimo  diagnósticos, obviamente y como siempre, no hablo por todos, simplemente repasaré mi caso.
Nunca había sido depresiva, pasaba algunos días más tristes que otros, pero como todo el mundo, a partir de que se desencadenó mi TLP, mis estados de ánimo se volvieron una montaña rusa, recuerdo que sentía tristeza cuando echaba de menos a alguien, o tenía algún problema.  Desde que me diagnosticaron hace 3 años aproximadamente, he ciclado varias veces a la depresión, que duraba hasta que mis emociones ciclaban hacia otro estado de ánimo que podía ser euforia, agresividad, etc. 
De las veces que he estado deprimida de forma clínica, recuerdo dos por encima del resto, y aún así no recuerdo gran cosa por que simplemente no estaba, era un cuerpo que se movía a duras penas, nada más.  A pesar de ser aisladas, mis depresiones son peligrosas porque no las puedo controlar, aunque ahora con medicación me va mucho mejor, cuando estaba realmente deprimida en esas dos ocasiones, recuerdo que no podía levantarme de la cama, ni moverme, ni hacer casi nada, sentía como el aire pesaba por encima de mí y me aplastaba contra el suelo, o sobre la cama, no podía comer, me pesaban los cubiertos, me pesaba la ropa, me pesaba hasta mi cabello, andaba arrastrando los pies, me dolía andar, me dolía estar tumbada, me dolía masticar, y sobretodo, me dolía respirar, no podía hablar con nadie por que a las 3 palabras comenzaba a llorar y me ahogaba, no sé como podría explicar el sentimiento de otra forma, simplemente me dolía existir, me dolía demasiado, y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por terminar con ese dolor.
La primera vez que me pasó, tuvo que venir una ambulancia a casa para llevarme al Hospital del Mar en Barcelona, pero cuando me encontré mejor me enviaron a casa, la siguiente semana hice el segundo intento y terminé en la sala de urgencias del Vall d'Hebrón y posteriormente estuve ingresada tres meses, y el tercer intento lo hice estando ingresada, pero entró una enfermera justo en el momento y lo evitó, me llevé una regañina brutal del psiquiatra y un aumento en la medicación, que realmente me vino muy bien.
Pues para mí, eso es tener una depresión.  A veces pienso que para mi sería mejor estar diagnosticada de depresión o ser bipolar, así al menos sabría donde está mi estado de ánimo y no ser una noria, que lo mismo me pongo depresiva, o eufórica, o agresiva, o antisocial, o hiperactiva.  Afortunadamente ahora con la medicación que llevo y las terapias que hago, aunque sigo ciclando, los estados no son tan marcados, y son más fáciles de sobrellevar, si me doy cuenta de que puedo ir a un estado peligroso (porque afortunadamente ahora sí me doy cuenta), lo hablo con mi pareja y me ayuda a sobrellevarlo.
Seguiré siendo una noria, pero al menos, esta vez quiero ser yo la que tenga el mando.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Autolesiones.

Ayer me hicieron por enésima vez la pregunta que más me han hecho en estos años; Por qué te cortas?. Bueno, no tengo ni idea del porqué lo hagan todas las personas borderline, pero si se porqué lo hago yo, y es lo que, cuando merece la pena, explico.
Imagínate que de golpe pierdes el control de tu cuerpo y de tu mente, todo va más rápido de lo que puedes asimilar, pero a la vez sientes que el resto del mundo comienza a relentizarse, no sabes lo que está pasando, y mientras mas intentas controlar, mas se te escapa de las manos, quieres llorar, comienzas a hacerlo, pero en el llanto no puedes coger aire para suspirar, porque sientes que tienes una bola en la garganta, y aunque respiras, no lo notas, y sientes que tus pulmones se van vaciando cada vez que lo intentas, hasta que, sin darte cuenta, empiezas a respirar más rápido de lo normal, mucho, hasta que la frecuencia de tus respiración impide que lo hagas de forma profunda y comienzas a sentir como te vas quedando sin aire, mientras que al mismo tiempo notas como el corazón se quiere escapar de tu pecho. Sientes que te vas, es como si sintieras poco a poco como vas muriendo, y la gente a tu alrededor parece no darse ni cuenta. Pues bien, eso es una crisis de ansiedad en condiciones, y es una de las sensaciones más horribles que he tenido en mi vida.
Cuando te enfrentas a algo así, darías cualquier cosa por terminar con esa sensación lo más pronto posible, y en mi caso particular, lo único que conseguia devolver mi cuerpo a la tierra, era cortarme.
Hay demasiadas historias de por qué lo hacemos, pero no, no queremos llamar la atención, de hecho, yo sentía vergüenza de mis cicatrices!!, siempre me cortaba en los muslos, la parte alta de los brazos, cadera, abdomen, no queria que nadie lo viera, y sobretodo, no quería tener que explicar nada.
Cuando sentía el dolor del corte, era como si aterrizara, y si sangraba, era como sentir "aun soy humana", para mi no tenía nada que ver con subidón de adrenalina, simplemente, sentir la autolesión me cortaba la ansiedad, y realmente prefería tener una herida más a volver a pasar por una crisis. El mismo mecanismo era también a quemarme con cigarros o arañarme hasta sangrar.
Otro tipo de autolesiones en las que caía frecuentemente eran las de rabia, una forma de sacarla sin afectar a nadie más, o de autocastigo. La más recurrida por mi era darme cabezazos contra la pared o golpearla con las manos. Normalmente lo hacía cuando me despersonalizaba delante del espejo, no reconocía mi cara ni mi cuerpo, era como ver a una extraña!. Y cuando por medio de moverme o gesticular, me daba cuenta que era yo, me invadía una rabia que provocaba desprecio hacia mi misma y era cuando me golpeaba.
Probablemente alguien que no ha pasado por un TLP no entienda nada si le explico esto, o piensa que es una reacción exagerada, pero es que eso es ser borderline! Y así será hasta que cada uno aprenda, a su manera, a regularse y controlarse.

viernes, 18 de marzo de 2011

"Strong enough", Sheryl Crow.

God, I feel like hell tonight                                  Dios, me siento fatal esta noche
Tears of rage I cannot fight                                 Lágrimas de tabia que no puedo contener
I'd be the last to help you understand               Sería la última en ayudarte a entenderlo
Are you strong enough to be my man?            Eres lo bastante fuerte para ser mi hombre?

Nothing's true and nothing's right                      Nada es cierto, nada es mentira
So let me be alone tonight                                  Así que déjame estar sola esta noche
Cause you can't change the way I am              Porque no puedes cambiar como soy            
Are you strong enough to be my man?            Eres lo bastante fuerte para ser mi hombre?

Lie to me                                                                Miénteme,
I promise I'll believe                                             prometo que te creeré.
Lie to me                                                                Miénteme,
But please don't leave, leave, don't leave        Pero por favor, no te vayas, no te vayas.

I have a face I cannot show                                Tengo una cara que no puedo mostrar,
I make the rules up as I go                                  hago mis propias reglas al paso.
So try and love me if you can                             Así que inténtalo y ámame si puedes,
Are you strong enough to be my man?            Eres lo bastante fuerte para ser mi hombre?

My man......                                                             Mi hombre…
Are you strong enough? (to be my man....)     Eres lo bastante fuerte? ( para ser mi hombre)
Are you strong enough? (to be my man....)     Eres lo bastante fuerte? ( para ser mi hombre)
Are you strong enough? (my.....man)               Eres lo bastante fuerte? ( para ser mi hombre)

When I've shown you that I just don't care       Cuando te muestro indiferencia,
When I'm throwing punches in the air              cuando lanzo puñetazos al aire,
When I'm broken down and I can't stand         Cuando caigo y no puedo sostenerme
Would you be man enough to be my man?    Serás  lo bastante hombre para ser mi hombre?

Lie to me                                                                Miénteme,
I promise I'll believe                                             prometo que te creeré.
Lie to me                                                                Miénteme,
But please don't leave, leave, don't leave        Pero por favor, no te vayas, no te vayas.

La pareja y el TLP.

Qué díficil mantener una relación estable, aún más si uno de los que la forman va y viene con estados de ánimo que no saben ni por donde cogerlo.
Cuando todo esto comenzó, yo tenía una pareja estable, pero las cosas no iban bien, le había descubierto alguna infidelidad, o tonteos con otras chicas por chats, a veces era un gandul y lo tenía que hacer yo todo, y nuestra vida de pareja era nula. Finalmente la relación se rompió hace dos años cuando me pudé a mi propio piso, y hace unos meses que firmamos el divorcio.  Mucha de la gente cercana a mi, incluyendo a mi madre y mis mejores amigos, piensan que él fue el culpable de todo lo que pasó conmigo, yo no quiero buscar culpables!! De qué me sirve?, Para qué me sirve?, mi prioridad es encontrarme mejor, no sacar a relucir culpabilidades del pasado.
En agosto del año pasado, conocí a una persona maravillosa, al principio dijimos que sólo amigos, los dos acabábamos de salir de relaciones desastrozas, pero poco a poco nos fueron ganando los sentimientos hasta que, pese a luchar contra ello, nos enamoramos.
Tenía un enorme conflicto... cuándo le digo que tengo TLP? hasta cierto punto es bueno que lo sepa la pareja, es esencial el apoyo de quien está con nosotros, o al menos para que no te mande al cuerno en un brote creyendo que eres una niña mimada. 
Pues le dí vueltas mucho tiempo, apenas hacían 15 días que había salido del hospital y aún estaba muy vulnerable, pensaba; si dejo pasar mucho tiempo para sentirme cómoda, quizá cuando se lo diga se sienta engañado, o si se lo digo ahora que aún no tenemos nada igual sale corriendo despavorido.  En este caso, mi duda duró solo unos días, porque estaba tan cómoda con la relación que pensé, mira, si se acaba ahora, mejor hoy y no cuando me vaya a doler más.
No es necesario soltarlo todo de golpe, es importante dosificarte, puedes decir que algo no está muy bien últimamente y eso hace que tengas cambios de humor, lo importante es no mentirle, pero tampoco abrumarlo. Tampoco es necesario que le recites el botiquín, le muestres tu pastillero o le des una clase magistral de farmacología y efectos secundarios.
Deja que él piense lo que estás diciéndole, si es tan importante, seguro que se lo tomará en serio, y déjale que haga preguntas, no temas a contestarle con un "no lo sé", o con un "aún no quiero hablar de eso" o "no me siento cómoda con esa pregunta, te importa si por ahora la dejamos en el aire?". 
Algo también muy importante, elije un buen lugar, no te vayas al Burger King, donde estarás rodeada de gente que te puede escuchar o con tanto ruido que tengas que gritar, algo tan importante merece toda tu y su atención, busca un sitio privado y agradable, sobretodo comfortable, así él relacionará lo que le digas con un entorno suave y agradable.  En mi caso, el tema salió sentados en un banco en la playa de Sitges, lo dejé preguntarme y después volví a casa, la próxima llamada fué normal y tranquila.
Actualmente vivimos juntos, nos queremos, me hace tener esperanza, por que es una persona muy positiva y que me trae alegria y luz a mi vida, con él puedo verme dentro de 5,10, 50 años, cuando hace un año sólo pensaba la forma más rápida de morir.
Esto tiene que ver con su criterio, pero sobretodo, no le pongas tú las palabras en su boca, ni pensamientos en su cabeza y desde luego, no des nada por sentado.  Déjale pensar.
Quizá tengas la misma suerte que yo, en una conversación le dije: "No quiero ser yo quien te complique la vida" y él me respondió: "y por qué no piensas que soy yo quien hará más tranquila la tuya".
Y tuvo razón...

Los amigos y el TLP.

En la vida hay que saber elegir, no todo es bueno, ni todo es malo, ni es oro todo lo que reluce, y las enfermedades mentales relucen mucho.
Las hay de todo tipo, depresiones, trastornos obsesivos compulsivos, bipolares, esquizofrénicos, paranoides... más o menos cada quién tiene hecha su idea de cómo son las enfermedades, lo habrán visto en alguna película cuando lo satirizaban (quién no recuerda a Jack Nicholson en Mejor Imposible, o a Richard Gere en Mr. Jones), en momentos así, te da yuyu, pero parece también gracioso, y mucha gente cree que por ello, a sabe lo que es un enfermo mental.
Pero... y el TLP?? Trastorno límite del que...?, que eres border... ah si, que eres una borde!!, a lo que voy es que no hay tanta información, ahora mismo no me pondré a dar deficiniones que se encuentran en la Wikipedia o que se pueden encontrar en Google, pero desde la aceptación de la enfermedad se me desarrolló una duda... cuándo le dices a alguien que tienes TLP?, digo, no vas hablando sola por la calle, ni haces las cosas 50 veces, ni creyendo que te persiguen y demás clichés lejos de la realidad.  Volvemos al punto de "Qué tienes qué??... qué es eso?".
Descubrí una cosa con alegría, mis amigos cercanos, los más cercanos, fueron  capaces de notar que algo no estaba bien conmigo, me iban preguntando cómo estaba, y se preocupaban por mí, pero sobretodo, no me acorralaron, esperaron a que yo hablara, y siempre lo hacían, estaban de orejas para escuchar y hombros para llorar. Nunca tuve necesidad  de decirles "tengo TLP", simplemente algo no estaba bien y actuaban en consecuencia... si me veian depre intentaban alegrarme, y si estaba eufórica intentaban calmarme, etc, etc.
La gente más distante a mí... no tenían por qué enterarse de nada. No estamos obligados a desnudar nuestra psique delante de nadie, ellos también veían que algo pasaba, e intentaban averiguarlo a su manera, pero nunca se acercaron a preguntarme cómo estaba.
Mención aparte merecen las personas que como yo las llamo son "Conocedores por obligación", para mi, ha sido fundamental la presencia de mi mejor amigo Jordi durante todo el proceso, cada cambio de medicación venía a dormir a casa, me escondía los cuchillos, y me pegaba broncas cuando había que pegarlas, mi otro mejor amigo, Diego, que siempre estuvo ahí en mente, por que vive en otra ciudad, pero cometí el error de no querer contarle las cosas más chungas, y bueno, ahora estamos un poco más separados y no tenemos comunicación, mi amigo Víctor, a quien le debo la vida, él fue quien me llamó aquella noche.  Y porteriormente al ingreso, y cuando ya me encontraba mejor, mi amiga Cris.
La relación con Cris es algo que nuestros terapeutas intentan desmontar desde hace tiempo, nos conocimos en el hospital, y las dos estábamos por intentos de suicidio, pero nos hicimos grandes amigas, cuando salimos de ahí, seguimos con la amistad para ir a pasear o tomar algo, nos obligábamos a salir de casa, y nadie nos entendía mejor que la otra, pero no es conveniente hacer este tipo de amistades, por que si coincide con que las dos nos hundamos el mismo día, el resultado puede ser desaastrozo.  Aún así nos frecuentamos. Como las dos sabíamos lo que era estar muy chunga, compartimos direcciones para llamar ambulancias si era necesario, y alguna vez nos llegamos a llamar por la madrugada cuando teníamos alguna crisis.  Otro gran apoyo fué Paolo, una gran persona, él y Jordi me iban a visitar cada fin de semana para verme, y Lourdes y Fátima, que estuvieron conmigo desde el principio de todo, cuando todo estaba aún bien.
Cuando les expliqué lo que pasaba a ellos, los más cercanos, no fué ninguna clase de sorpresa, no tenían ni idea de lo que era un TLP, pero les bastaba con saber que era algo que me hacía ponerme mal, y estuvieron conmigo.  De momento NADIE me ha rechazado por tenerlo.
En conclución, bueno, en mis propias conclusiones que no tienen por que ser las definitivas, nadie está obligado a exigirte que le reveles nada de tu vida, no tengas miedo de desahogarte con alguien cercano a tí, probablemente se sorprenda, pero seguramente estará ahí para tí como tu lo estarías para él. 
Nadie tiene derecho a rechazarnos, peor para ellos, pero sí soy partidaria de darle a la gente un tiempo para pensar por que a veces el bombazo puede ser muy fuerte.
Pero lo más importante, independientemente de la cantidad y calidad de personas con quienes quieras desahogarte, siempre, SIEMPRE, SIEMPRE, ten a una persona de confianza, a quien puedas llamar si te encuentras mal para ir a tu casa, que tenga los datos de tu domicilio por si hay que ir o llamar a una ambulancia, y con quien puedas desahogarte si tienes ideas de suicidio, preferentemente que no sea otro paciente (regla que rompemos Cris y yo), por que igual te escucha muy bien, pero luego se deprime por todo lo que le dijiste.  Es tu seguridad por encima de todo, cuando te sientas deprimido y que no le importas a nadie y que nadie vale la pena, acuérdate que cuando te venga la euforia lo verás de forma diferente.  Todeo pasa, lo bueno y lo malo... todo pasa.

Mi familia y mi TLP.

Mi familia consta de mis padres y una hermana mayor, pero los 3 viven en otra ciudad, yo estoy en Barcelona porque hice vida aquí por trabajo y después decidí quedarme.
En nuestro núcleo, siempre hemos intentado protegernos unos a otros, por ejemplo, siempre fuí una niña mimada, afortunadamente nuestra situación económica era desahogada, y mis padres nos pudieron dar todo lo que queríamos, así que en mis primeros años no aprendí que en la vida no siempre se gana, nos apagaban las películas o la TV antes o durante las escenas tristes para que no lloráramos (me enteré a los 16 años que la madre de Bambi moría!!), así que no me familiaricé con la tristeza y la empatía sin transferencia.  En el cole siempre fui una niña popular, así que tampoco conocí el rechazo. Cuando una mascota moría (pecesitos, tortuguitas, periquitos), mi madre llamaba a mi padre a la oficina para que trajera uno igual antes de que volviéramos del cole y reemplazarlo, y no nos llevaban a los funerales de la familia, así que tampoco aprendí cómo manejar la muerte. 
Según estudios, un gran porcentaje de personas con TLP (iba a poner pacientes, pero prefiero personas) provienen de familias sobreprotectoras e incapacitantes, y es normal, los primeros años de tu vida son lo que regulan el aprendizaje de emociones y sensaciones, si estamos en una burbujita, cuando nos enfrentamos a algo que no conocíamos, como el rechazo, no sabemos cómo lidiar con él, y terminamos comportándonos como.... como... como personas con TLP, porque no sabemos hacerlo de otra forma. Nuestros padres nos educan como buenamente pueden, seguramente si supieran en lo que nos iba a derivar no lo habrían hecho.
En el caso de mi familia, no les avisé de lo que estaba pasando, por que al principio no le dí importancia, y más adelante, por que negaba la enfermedad, y después, por no preocuparlos, incluso durante los meses de ingreso me inventé un curso de reciclaje los fines de semana, y llamaba cuando me dejaban el móbil haciéndoles creer que estaba en casa llegando del trabajo.
Todo siguió así, aunque mi psiquiatra y mi psicólogo estaban en contra de ello, y querían que los avisara por si volvía a intentar cualquier cosa. No lo hice. 
En navidades vinieron mis padres a pasarlo aquí, y el psiquiatra quiso conocerles, así que tuve que soltar todo lo que había pasado, les hablé del TLP, de lo que es alguien borderline, pero sin embargo, omití lo de la dependencia al alcohol que había sufrido y sobretodo, el tema de los intentos de suicidio, consideré que decirles que había tenido 3 intentos en 2 meses era demasiado.
Ahora tengo tanta comunicación con ellos respecto al tema, que me arrepiento de no haberles hablado antes de esto!. Es genial poder desahogarme, aún cuando apostaba todo a que no lo iban a entender, no tengo que darles detalles, pero me gusta la libertad de poder decirles "hoy no tengo un buen día, déjame sola".
Hay de padres a padres, y los míos no son particularmente modernos ni comprensivos, y hay muchas cosas que aún no saben del TLP, algunas que les iré mostrando poco a poco, y otras que son innecesarias.
Ahora soy partidaria de darles el beneficio de la duda... a veces podemos sorprendernos.

Mi vida Borderline.

Hoy empiezo a escribir en este blog, no como medio informativo, no pretendo enseñar ni curar a nadie, sólo a mi misma, que con eso tengo bastante, pero necesitaba una válvula de escape desesperadamente.
Primero que nada, debo reconocerme que he cambiado la forma de expresarme, antes, cuando me lo preguntaban decía "soy un TLP", ahora digo "tengo TLP", y este cambio se dió sin quererlo, supongo que poco a poco, quienes lo padecemos, hacemos consciencia de que no controla nuestras vidas, bastante es que controle muchas veces nuestras emociones y estados de ánimo.
Me diagnosticaron hace casi 3 años, sin embargo, mis especialistas creen que lo tengo desde hace más de 10, pero que de alguna forma, lo fuí controlando hasta que petó.  No sé muy bien cómo empezó todo, pero recuerdo que por la mañana mientras me arreglaba para ir a trabajar, muchas veces no me reconocía a mi misma en el espejo, a veces tenía que gesticular o mover las manos para asegurarme que esa extraña en mis pijamas era yo.  Después de ese trance, venía la rabia: "no puede ser!" "esto no me puede pasar a mí", y muchas veces la historia terminaba dándome cabezasos contra la pared o golpeándola con la mano.
A la par de esto, comenzaron a venir las pesadillas, siempre me había jactado de controlar mis sueños, incluso si soñaba que me perseguía una horda de zombies, era capaz de saber que era un sueño, y muchas veces hasta de despertarme, pero estas pesadillas eran diferentes, no eran de fantasía, ni me perseguían monstruos, simplemente era como verme a mí misma en una película, y gran parte de ellas consistía en gente golpeándome, intentando matarme o maltratándome, no me podía despertar yo sola, y comenzaba a hacer ruidos y a dar manotazos, hasta que mi pareja en aquel entonces, se despertaba y me despertaba a mí.  El despertar era violento, a veces me despertaba pero seguía soñando, si en el sueño me habían herido, aún despierta veía la herida en mi piel, o lo golpeaba por defenderme creyendo que me iba a hacer daño, en una ocasión, un amigo se quedó a dormir en casa, cuando oyó mis lamentos me despertó, salí corriendo hasta la cocina, cogí un cuchillo y me le fuí encima, logró desarmarme sin daños que lamentar, pero no me lo perdonaré.
Mientras todo esto pasaba, mis estados de ánimo eran peor que una montaña rusa, pasaba por las rotaciones habituales, depresión, rabia, excitación, m iedo, euforia, alegría... pero a la n potencia.  No hay nada que deteste más que la gente me diga "exagerada, pero si todos tenemos un mal día!" o "Todos nos ponemos tristes alguna vez, es normal"... me daban ganas de gritar, a la gente le parece dificil creer que realmente no podemos controlar muchas de nuestras emociones. Sí, efectivamente todos podemos estar depres un día, pero si no nos cuidamos, esa depre puede terminar con un intento de suicidio, o aislarnos del mundo, sí, todos tenemos días malos, pero en ese entonces, los míos eran terribles.
Después vinieron las autolesiones, cada vez que me salía de mí, necesitaba cortarme, cogía cuchillos, agujas, tijeras, o lo que fuera, y me cortaba en sitios donde nadie podía ver la cicatriz.  Este es otra maldita creencia:  NO, NO NOS CORTAMOS PARA LLAMAR LA ATENCIÓN!!!!, la mayoría de quienes nos lesionamos por consecuencia de una enfermedad así, lo hacemos en sitios ocultos y a escondidas, y no, tampoco somos Emo's, ni ninguna tribu urbana vampírica, la visión de la sangre hace un poco, a mí me hacía sentirme humana, pero es la sensación del corte lo que hace que dejes de volar en un mar de miedo y ansiedad y te ponga los piecitos muy en la tierra.
También comencé a beber, mucho... jamás había bebido así, una copa, dos copas, todos los findes, un cubata, y así, así, afortunadamente nunca caí en drogas, pero no por que no quisiera, si no por que cuando más lo quería, no tuve acceso, si me hubiera topado con algún camello a saber lo que habría pasado. 
Por las noches tenía un insomnio brutal, además de que desarrollé pánico a dormir por las pesadillas, sobretodo cuando lo dejé con mi pareja y me fuí a vivir sola a un piso, me aterraba dormir, tener una pesadilla y no poder despertarme (por eso a veces el amigo del cuchillo se quedaba a dormir en el sofá), por las noches sólo quería relajarme, no dormir, o dormir tan profundamente que no me enterara de nada, me daba igual si por la mañana me despertaba o no.  Comencé a tomar valium con una copa de vino, aumentarme las dosis, otra copa de vino, hasta que terminé bebiéndome media botella de lo que fuera al día, y con una adicción impresonante al valium y otros medicamentos parecidos, ya no podía funcionar sin los valiums, mi rendimiento laboral bajó muchísimo, me daban crisis de ansiedad por cualquier mínimo detalle, y como soy muy perfeccionista, esto era diario, iba a trabajar con resaca o aún medio bebida si no había dormido, y claro, eso se nota.
Para este entonces, ya estaba diagnosticada, y tratada por una psiquiatra de la seguridad social, y tuve la suerte de poder costearme una psicóloga privada, pero iba hacia abajo a una rapidez de partirme los morros contra el suelo, definía ese estado como "bajar en espiral por un embudo de cristal, sin poder detenerme y viendo cómo es todo fuera".  Estaba totalmente fuera de control, las pastillas ya no me hacían nada y necesitaba tomar más y más cada día, algunas me llegaban a producir alucinaciones visuales o auditivas, lo mismo lloraba que me reía, mi consumo de alcohol y tabaco subieron muchísimo y comencé a autolesionarme con más frecuencia, a la orden del día de las crisis de ansiedad y de pánico, incluso en una reunión en mi casa, cogí a escondidas un cuchillo de mesa y me fuí a cortarme, cuando nunca lo había hecho con gente en casa.
Todo siguió en declive, sobretodo mi rendimiento profesional, mi jefe me dijo que o me cogía la baja o me echaban, así que tuve que ponerme de baja, a la semana estaba tan desesperada por el sentimiento de inutilidad, de culpa, de decepción de mi misma, que hice mi primer intento de suicidio, me tomé no se cuantos valiums con una botella entera de vino, pero cuando empecé a notar que me iba, me acojoné, y yo misma llamé a una ambulancia, me llevaron al hospital y tuve mi primer lavado de estómago, y volví a casa.
A la semana siguiente, lo volví a hacer, pero tuve cuidado de esta vez no fallar, me tomé de todo, todo lo que encontré en la casa y con una botella entera de ron mientras fumaba y fumaba, con la buena o mala suerte de que en ese momento me llamó un amigo por teléfono, y atendí la llamada mientras seguía medicándome, él se dio cuenta por que oía la apertura de las pastillas, y me dijo que si no vomitaba él mismo llamaría a la ambulancia, y lo hizo.  Colgué el teléfono y apuré a tomarme de todo, cuando sentí que ya no podía más, llamé a mi ex, para despedirme de él, le dije que lo sentía, que no se culpara, que nada era su culpa, me colgó el teléfono y vino corriendo a casa, llegó antes que la ambulancia, me bajó en brazos, me metió en un taxi y fuimos al hospital.  Ahí le dijeron a él que llegué a urgencias por cuestión de minutos, además de que él vivía a 15 minutos de casa, pero hizo 5 minutos por que venía corriendo, y además de todo, como había estado fumando, al toser parte de lo que bebí se fué al pulmón, vamos, que las enfermeras me decían que si no me morí fue por que no era mi hora.
Mi ex, que me cuidaba y veía mucho por mi, se desbordó, dijo que no podía más, que por favor me ingresaran, por que cada día estaba peor y él no podía estarme vigilando siempre, y era cierto, empezaba a faltar al trabajo o a venir a cualquier hora si me encontraba mal.  Así que me ingresaron en la planta de psiquiatría, donde estuve 2 meses y medio, en mi habitación había una cámara que me vigilaba mientras estaba ahí, tenían cerrado el baño con llave y sólo podía entrar si una enfermera me lo abría y se quedaba ahí hasta que saliera para volverlo a cerrar.  Estando ahí, hice terapia de desintoxicación, y realmente me reencontré a mi misma, y sobretodo, me hice el favor más grande que me pude haber hecho, ACEPTAR QUE TENÍA UNA ENFERMEDAD, y dejar de pelearme con el TLP.  Ingresada aún hice rotaciones mientras acertaban con la medicación, incluso tuve en la habitación un tercer intento cuando logré cubrirme detrás de la puerta del armario.
Cuando salí de la clínica, mi vida realmente mejoró, poco a poco fueron encontrando y buscando medicaciones, y comencé a hacer terapia individual y de grupos.
Al día de hoy, me encuentro mucho mejor, lista para retomar mi vida donde la había dejado, pero... con cautela, no quiero volar muy alto, por que luego la caída duele más.  Quiero seguir adelante sin que el TLP me limite a lo que puedo o no puedo hacer, sé que lo tengo, y lo acepto, pero intento no dejarme caer.
Obviamente, tengo días muy buenos, otros buenos, algunos malos y otros muy malos, pero ya tengo más variedad, antes sólo me iba a los extremos, poco a poco y con la ayuda de la terapia de grupo y en la desintoxicación me enseñaron habilidades sociales para poder recurrir a ellas en momentos de stress, y no estallar.
Ahora tengo a mi lado una chico que me quiere, y a quien yo quiero, tenemos planes a futuro, cuando hace un año no sabía si quería despertar viva o muerta, y eso me ilusiona.  Soy cautelosa con los cambios de ánimo, y con los pensamientos de lesion y suicidio, que alguna vez vienen a saludar.
En fin, vaya parrafada he soltado... poco a poco seguiré desahogándome más, que aún me queda mucho por plasmar en letras.