miércoles, 23 de marzo de 2011

Autolesiones.

Ayer me hicieron por enésima vez la pregunta que más me han hecho en estos años; Por qué te cortas?. Bueno, no tengo ni idea del porqué lo hagan todas las personas borderline, pero si se porqué lo hago yo, y es lo que, cuando merece la pena, explico.
Imagínate que de golpe pierdes el control de tu cuerpo y de tu mente, todo va más rápido de lo que puedes asimilar, pero a la vez sientes que el resto del mundo comienza a relentizarse, no sabes lo que está pasando, y mientras mas intentas controlar, mas se te escapa de las manos, quieres llorar, comienzas a hacerlo, pero en el llanto no puedes coger aire para suspirar, porque sientes que tienes una bola en la garganta, y aunque respiras, no lo notas, y sientes que tus pulmones se van vaciando cada vez que lo intentas, hasta que, sin darte cuenta, empiezas a respirar más rápido de lo normal, mucho, hasta que la frecuencia de tus respiración impide que lo hagas de forma profunda y comienzas a sentir como te vas quedando sin aire, mientras que al mismo tiempo notas como el corazón se quiere escapar de tu pecho. Sientes que te vas, es como si sintieras poco a poco como vas muriendo, y la gente a tu alrededor parece no darse ni cuenta. Pues bien, eso es una crisis de ansiedad en condiciones, y es una de las sensaciones más horribles que he tenido en mi vida.
Cuando te enfrentas a algo así, darías cualquier cosa por terminar con esa sensación lo más pronto posible, y en mi caso particular, lo único que conseguia devolver mi cuerpo a la tierra, era cortarme.
Hay demasiadas historias de por qué lo hacemos, pero no, no queremos llamar la atención, de hecho, yo sentía vergüenza de mis cicatrices!!, siempre me cortaba en los muslos, la parte alta de los brazos, cadera, abdomen, no queria que nadie lo viera, y sobretodo, no quería tener que explicar nada.
Cuando sentía el dolor del corte, era como si aterrizara, y si sangraba, era como sentir "aun soy humana", para mi no tenía nada que ver con subidón de adrenalina, simplemente, sentir la autolesión me cortaba la ansiedad, y realmente prefería tener una herida más a volver a pasar por una crisis. El mismo mecanismo era también a quemarme con cigarros o arañarme hasta sangrar.
Otro tipo de autolesiones en las que caía frecuentemente eran las de rabia, una forma de sacarla sin afectar a nadie más, o de autocastigo. La más recurrida por mi era darme cabezazos contra la pared o golpearla con las manos. Normalmente lo hacía cuando me despersonalizaba delante del espejo, no reconocía mi cara ni mi cuerpo, era como ver a una extraña!. Y cuando por medio de moverme o gesticular, me daba cuenta que era yo, me invadía una rabia que provocaba desprecio hacia mi misma y era cuando me golpeaba.
Probablemente alguien que no ha pasado por un TLP no entienda nada si le explico esto, o piensa que es una reacción exagerada, pero es que eso es ser borderline! Y así será hasta que cada uno aprenda, a su manera, a regularse y controlarse.

2 comentarios:

  1. Vivian,lo has explicado perfectamente; tanto que, a pesar de costarme comprender la existencia de un síndrome o una enfermedad así, entiendo lo bien que has explicado los síntomas y las pocas salidas que deben quedar para enfrentarse a ellos.
    Lo que más me maravilla es que hablas de ello en pasado, como que estás ahora en una fase en que lo has superado o al menos has aprendido a controlarlo. Te felicito

    ResponderEliminar
  2. Si Belkis, poco a poco he ido aparcando las autolesiones, porque ahora en terapias tengo más mecanismos para gestionar las emociones negativas, desafortunadamente sigo teniendo el impulso de hacerlo, pero Roma no se hizo en un día, y para mí, el hecho puro de darme cuenta, cuando antes no reaccionaba hasta que tenía un cuchillo en una mano y sangre en la otra, ya es bastante... de momento.

    ResponderEliminar