miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuando un amigo se va...

Hace días me enteré de que mi mejor amiga durante mis últimos años de estudio falleció. Fue hace un mes, y no me había enterado porque se fue a vivir a otra ciudad y su familia lo manejó todo con mucha discreción.
Ella, con 34 años, decidió quitarse la vida después de cerca de 10 años de depresiones.  Según me han comentado,  lo hizo de forma que no diera lugar a un error, y se aseguró de irse.  Dejó en este mundo a una hija adolescente que, lejos de acongojarse por la pérdida, hoy respira tranquila porque su madre no seguirá sufriendo.  Y no lo entiendo… cómo alguien puede alegrarse de algo así? No es un animalito al que se le sacrifica para que deje de sufrir, si no su propia madre, me hace plantearme muchas cosas, pero sobretodo el pensar ¿tan mal estaba para que la prefieran muerta a deprimida.
Desde que lo supe, lo he pasado realmente mal, independientemente de sentir su pérdida, me invade un enorme sentimiento de culpa, porque yo lo intenté y no me fui!!, Lo hice 3 veces, y aunque las fuertes fueron las dos últimas, yo también lo hice de forma que fuera infalible, no quería fallar, y fallé… en el hospital nos dijeron que si no me había ido era porque aún no era mi hora. Yo no tenía en aquel momento nada por que luchar ni porqué vivir, y ella,, por deprimida que estuviera, tenía a su hija, que era su único motor, no tenía padre, su madre es una arpía y su marido un desgraciado. 
Sin embargo, hay otra culpa que me quema por dentro… desde su muerte, los que fuimos sus amigos nos hemos movilizado mucho, le hemos llorado, su madre y su marido lo están pasando muy muy mal, sus amigos le echamos de menos, y su muerte ha causado más sufrimiento del que cualquiera hubiera podido esperar, y no dejo de pensar en los daños que hubiera ocasionado yo de haberlo logrado, y eso también me genera mucha culpa.
Me gustaría explayarme más acerca de lo que hay detrás de un intento de suicidio, creo que me vendría bien repasar lo que hay antes, durante y después de esas situaciones que nos queman.
De momento, seguiré llorando por ella, y echándola de menos, quisiera haber podido estar ahí para ayudarla, escucharla, pero no me hizo partícipe de su infelicidad, siento que le fallé, pero espero que en donde quiera que esté no se arrepienta de lo que hizo, y que por fin pueda descansar en paz, muy en paz.

2 comentarios:

  1. Emotivo relato.
    VIvian, quizás te parezca duro lo que voy a decir, pero te lo digo desde un profundo respeto y cariño: que el caso de tu amiga te sirva de ejemplo!
    Dices que ella no te hizo partícipe de su infelicidad y sientes que la fallaste.
    Imagina lo que pensarían tus seres queridos si en alguno de tus intentos no hubieses fallado.
    Siempre, SIEMPRE, hay algo o alguien por lo que seguir viviendo, aunque ese alguien seamos nosotros mismos.
    Mucha suerte y mucho ánimo

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  2. Tú si tienes porqué luchar, te tienes a ti misma. Tienes mucha suerte de tenerte.

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